HÉCTOR PEDRO BLOMBERG
Héctor Pedro Blomberg nació en Buenos
Aires el 18
de marzo de 1889 y murió en la misma
ciudad el 3
de abril de 1955.
Era hijo de Ercilia
López, hija, y su vez, de Venancio López, quien había muerto torturado y
fusilado por orden del hermano del dictador paraguayo Francisco Solano López. Su
padre, Pedro Blomberg, era argentino. Al nacer su hijo, tenía 33 años y doña
Ercilia, 23.
De joven, Héctor Pedro
viajó por el mundo. Luego se consagró al periodismo y a la poesía. Su primer poemario,
“La canción lejana”, apareció en
1912, cuando el autor contaba sólo 23 años. Otros volúmenes sucesivos fueron A la deriva
(1920), Gaviotas perdidas (1921), Bajo a
cruz del sur (1923), Las islas de la
inquietud (1924) y El pastor de estrellas (1929). Su volumen de prosas
periodísticas Las puertas de Babel,
es singularmente valioso. Por su imaginación, escribió Francisco Luis
Bernárdez, "navegaban marinos nórdicos, que asomaban a sus claros ojos
somnolientos".
Su poesía, agregó
otro gran poeta, González Carbalho,
"dejaba en el ánimo percusiones de un extraño bandoneón marinero oído al
azar de la noche.
Hacia 1928, Blomberg,
juntamente con Carlos Scheffer Gallo, comenzó a escribir para la entonces incipiente
radiofonía. Sin embargo no fue convocado a una broadcasting, (como entonces se
decía a la radio), sino en 1929. Dio comienzo allí su larga y brillante carrera
de escritor le episodios históricos que difundía Radio Splendid y, hacia 1930,
con su amigo Carlos Víale Paz, inició su carera teatral. Fue la época en que
estrenaron, en colaboración, La sangre de
las guitarras, La pulpera de Santa Lucía y otras piezas no menos exitosas.
Luego llegaron otras compuestas con Scheffer Gallo y Elías Alippi.
Su carrera radiofónica
continuó en radio Nacional (más tarde, radio Belgrano), donde presentó gran
número de romances históricos en cuya interpretación alternaron actores y
actrices de gran prestigio escénico y, en alguna ocasión, la joven Eva Duarte,
que contraería luego matrimonio con Juan Perón.
La vinculación de
Blomberg con la canción porteña comenzó en 1925, cuando llevó a la compañía
teatral encabezada por Ignacio Corsini y dirigida por Alberto Vacarezza su obra
Barcos Amarrados, escrita en
colaboración con Pablo Suero. Desde entonces lo unió al cantor una amistad muy
cálida, que dio su primer fruto en 1929, cuando, a instancias de aquél,
escribió los versos de La pulpera de
Santa Lucía, a los que el guitarrista Enrique Maciel dio forma de vals. En
el curso de una década, Corsini estrenó y grabó las siguientes composiciones de
Blomberg, todas ellas musicalizadas por
Maciel: La pulpera de Santa Lucía (vals,
19-6-29), La mazorquera de Monserrate (tango, 30-7-29), La viajera perdida
(tango, 8-3-30), La guitarrera de San Nicolás (vals, 7- 4-30), Siete lágrimas
(canción, 24-6-30), Violines gitanos (tango, 10-9-30), Flor de pajonal
(ranchera, 11-9-30), Tirana unitaria (vals, 15-11-30), No quiero ni verte
(vals, 9-3-31), La que murió en París (tango, 4-3-32), La bordadora de San
Telmo (vals, 8-9-32), Los jazmines de San Ignacio (canción, 22-10-32), La
canción de Amalia (8-9-33), El adiós de Gabino Ezeiza (milonga, 8-9-33), y
La china de la mazorca (canción, 15-3-39).
Carlos Gardel no cantó,
o al menos, no grabó ninguna página de Blomberg.