Distinción del Centro de Cultura Tanguera Alfredo Belussi

Distinción del Centro de Cultura Tanguera Alfredo Belussi
Tango, Radio y más Historias, blog distinguido por su aporte a la difusión del Tango, sus autores e intérpretes.

jueves, 30 de enero de 2014

Orlando Tripodi - 30 enero de 2014- 563-

ORLANDO TRIPODI
(26 de Febrero de 1927 en la Provincia de San Juan) – Músico, pianista, director, compositor y arreglador. 


Su primera colaboración fue con Argentino Galván. En 1944 dio a conocer su primer tango “Ninguno de los dos”. Cuando fallece Osmar Maderna en 1951, tomó su lugar en la Orquesta Símbolo Osmar Maderna la cual era dirigida por Aquiles Roggero, manteniendo siempre la modalidad pianística impuesta por el malogrado director.
Colaboró, además, como arreglador de la orquesta y en esa oportunidad dio a conocer dos tangos; “Matizando” y “Notas para el cielo”.
En años posteriores, al formarse el dúo vocal Roberto Florio y Jorge Durán, Orlando Trípodi fue llamado para dirigir la orquesta que acompañaba a ambos cantores en la que se desempeñó  como arreglador de la misma.
Cuando Miguel Calo reorganiza la Orquesta de Las Estrellas con la participación de Raúl Beron, Enrique Mario Francini, Armando Pontier, Domingo Federico y Alberto Podestá, fue llamado para participar como pianista, en esta oportunidad dio a conocer su tango “A Osmar Maderna”.
También acompañó a la cancionista María de la Fuente.
En 1963 integró el conjunto Pen Tango que dirigía Dino Zaluzzi.
Con Reinaldo Nichele formó un cuarteto con el que llegaron a grabar para el sello Microfon. Mas tarde participó en el conjunto “Los Siete del Tango” en el rango de solista.
En 1975 cuando los intérpretes y compositores continuaban creando para un público ávido de escuchar  un nuevo tango, buscó el sonido de Buenos Aires formando “El Cuarteto de Tango”, colaboraron: Juan Carlos Vallejos en contrabajo, Héctor Ortega en guitarra eléctrica y Héctor Lettera en bandoneón, piano y arreglos  estuvieron a cargo de Orlando Trípodi. Fue una demostración cabal de un artista que no se conformaba con las antiguas fórmulas transitadas y buscó un nuevo ropaje para ese sonido que estaba buscando Buenos Aires. Con este cuarteto, Orlando Trípodi consiguió el equilibrio, sin perder la sustancia y lograr la música que nos representa a los argentinos.

Cabe mencionar que este material hoy publicado, pertenece al primer disco que grabó el maestro Tripodi para el Sello RCA Victor.


Temas extraídos del álbum Recital, grabado por Orlando Tripodi y “El Cuarteto del Tango”

01 La cachila
02 A fuego lento
03 Cielo Noche
04 Ojos negros
05 Universo
06 Tango del ángel
07 Aquel agosto
08 La guiñada
09 Espejismo armónico
10 Pablo
11 Responso
12 Tema concertante

Disco vinilo - Sello RCA - VIK - LZ 1300 - año 1975


MED- DESCARGA ORLANDO TRIPODI

Alberto Soifer 30 de enero de 2014 -622-

SOIFER, ALBERTO
(1 de agosto de 1907 – 1 de septiembre de 1977) – Nombre de familia: Abraham Moisés Soifer – Pianista, director y compositor.
              

             Abraham Moisés Soifer, fue un pianista, director y compositor argentino nacido en Coronel Suárez, Provincia de Buenos Aires el 1 de agosto de 1907.
             Radicado en forma definitiva en la Ciudad de Buenos Aires, y siendo aun muy niño, comienza sus estudios de piano y música clásica en el Conservatorio Santa Cecilia.
              Ya en plena adolescencia y al quedar sorprendido por el tango se dedica totalmente a este género y dejando de lado a los clásicos comienza su carrera como músico profesional.
              Su primer trabajo fue en la orquesta de Humberto Canaro, durante el año 1920, mas tarde ingresa a la Francisco Canaro, pasando al poco tiempo a la de Juan Maglio (Pacho).
              Corría 1928 y tras haber pasado por distintas orquestas se une a Carlos Marcucci, quien lo incorpora a su agrupación como pianista. Actuaron en el Cine Paramount y en el Dancing Ocean, llegando también a grabar con Marcucci para el sello RCA VICTOR. De aquella memorable orquesta quedan muy buenos registros, en especial “Mi dolor”, tango que por orden del técnico de grabación, un norteamericano que trabajaba en los estudios que la Víctor tenía en Suipacha al 100, los hizo grabar en el patio, nadie le creía pero quedó de la misma una perfecta grabación.
               Dejó la orquesta de Marcucci, radicándose en Mendoza, donde cumplió funciones comerciales, alejado totalmente de la música. Nuevamente en Buenos Aires comienza a trabajar como musicalizador de películas en los estudios Lumiton y EFA, también para ese entonces comienza su labor como autor para el teatro de revistas llegando a trabajar en los teatros Maipo y El Nacional.
             En 1933 ingresó a Radio Belgrano donde cumplió infinidad de funciones.
    Fue el creador junto a Pedro Barbé del exitoso programa radial Ronda de Ases, programa que emitía Radio El Mundo, actuando con su orquesta desde 1941 a 1945. En la misma, actuaban solamente orquestas típicas participando los más renombrados directores del momento, la misma salía en vivo desde el Teatro Casino.
             También, entre 1941 y 1942 llegó al disco dejando solamente 6 registros, la misma tenía un delicado ritmo, arreglos muy diáfanos y una cuidada sonoridad contando con la participación del cantor Roberto Quiroga. Una rara particularidad de este director en las grabaciones fue que grabó en dos oportunidades el mismo tema en tiempo de tango y vals, siendo los mismos “Mi Buenos Aires querido” y “Alondras”
      Estuvo radicado en España durante veintitrés años, trabajando para el noticiero NO – DO.
              Alberto Soifer falleció el 1 de septiembre de 1977, estaba radicado nuevamente en la Argentina.

Hoy publicamos las seis versiones dejadas en el disco por Alberto Soifer al frente de su orquesta.

1 Mi Buenos Aires querido – canta Roberto Quiroga
2 Mi Buenos Aires querido – Instrumental en tiempo de vals
3 Sin Salvación – canta Roberto Quiroga
4 Solo y triste como ayer – canta Roberto Quiroga
5 Alondras – instrumental
6 Alondras – en tiempo de vals – canta Roberto Quiroga




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miércoles, 29 de enero de 2014

Alfredo Gobbi - Biografía - 29 de enero de 2014



                                                   Alfredo Gobbi
Alfredo Julio Floro Gobbi nació en París (donde sus padres, Alfredo Eusebio y Flora Rodríguez, triunfaban en el varieté) el 14 de mayo de 1912 y murió en Buenos Aires el 21 de mayo de 1965. Se lo llamó el violín romántico del tango, pero era también un finísimo pianista.
De niño, mientras estudiaba armonio y enseguida violín, Alfredo Gobbi fue vecino de Villa Ortúzar. No era sino un adolescente cuando, con su amigo Orlando Goñi, completó un conjunto con el bandoneonista Domingo Triguero. El debut fue en un bar de Chacarita. Pronto se lo vio en la orquesta que Alberto Lozzi conducía en el teatro "Nuevo" y poco después tañó un violín corneta en el cuarteto de Alfonso Lacueva. De conjunto en conjunto, de café en café, como todos los músicos de tango, estuvo con Roberto Firpo, con Juan Maglio, en la orquesta de Vardaro-Pugliese (junto a Ciriaco Ortiz y Aníbal Troilo). Esto ocurrió en 1931 y es desde entonces su tango Cavilando, que continuaba una nómina valiosa de composiciones muy personales: Perro fiel (1926), Muguette (1927), Desvelos (1928), De punta y hacha (1930). Y continuó de conjunto en conjunto. En 1935 hizo una escala en la orquesta de Pedro Laurenz y allí estaba ejecutando su violín cuando llegó la noticia de la muerte de Gardel. Siguió con Joaquín Do Reyes y con Armando Baliotti y, en 1942, de paso en Montevideo, sumó su violín a un grupo más o menos efímero que lideraba desde el podio -si lo había- Pintín Castellanos. (Recuerda Horacio Loriente que el cantor de la orquesta era Eduardo Ruiz, a quien Ricardo Tanturi rebautizó Enrique Campos dos años más tarde).
El 21 de octubre de 1942, cuando presentó su orquesta en la boîte "Sans Souci”, Gobbi llevaba quince años de trajines tangueros. La vida le ponía por delante otros veinte, para enriquecer a la música porteña y convertir en fama su creciente nombradía. Tuvo que zapar durante tres años antes de que la radio El Mundo le abriera las puertas y otros dos más para que se le abriera la empresa grabadora. Para ella -la Víctor- grabó 76 composiciones, a las que agregó otra media docena para el sello Orfeo.
En su Historia de la Orquesta Típica, a Luis Adolfo Sierra no le fue fácil caracterizar la orquesta de Gobbi. El mismo eminente tangólogo lo reconoció: La creciente contribución de Gobbi a la estilística del tango encierra ese algo tan suyo y tan difícil de definir; ese algo de De Caro, ese algo de Di Sarli (que tampoco es la refundición de dos tendencias tan dispares); es decir, ese algo que no puede traducirse más que en la sonora belleza de su orquesta. Gobbi no sólo concebía -como Fresedo, como Troilo- hasta en sus matices más sutiles el tango que quería ofrecer, dejándole al arreglador la mera faena de traducir esos matices en signos convencionales. Gobbi era su propio arreglador de modo que reunía así tres de los cuatro elementos que integran una versión tanguera: arreglo, dirección, interpretación instrumental. Y en ocasiones tan memorables como las ofrecidas por Orlando Goñi (1949), El andariego (1951, dedicado a su padre), Camandulaje (1955), también la autoría.

Su violín, que no menospreció el virtuosismo ni se desvivió por lograrlo, no era, ciertamente, la medida de sus versiones. Buscó lo que, con relación a Fresedo, hube de llamar el sonido global. Su orquesta, no más numerosa que las habituales, sonaba a gran orquesta y el oído menos entrenado lo percibe en sus grabaciones, que no han envejecido. Troilo le dedicó uno de sus dos tangos más entrañables, Milonguero triste (el otro es Responso); Eduardo Rovira, El engobbiado y Astor Piazzolla pintó a su modo un Retrato de Alfredo Gobbi. Murió demasiado joven, justo cuando el tango romántico se estaba extinguiendo. El rock y el tango estresado de la megalópolis porteña (la vanguardia, le dicen) apenas habían dejado el biberón.

lunes, 20 de enero de 2014

Eduardo Arolas - Biografía - 20 de enero de 2014

 Eduardo Arólas

Lorenzo Aróla -que se autobautizó Eduardo Arólas- nació en Buenos Aires (Barracas al Norte) el 24 de febrero de 1892 y murió en París el 29 de setiembre de 1929. Era hijo de un inmigrante que firmaba con una cruz. Lorenzo tuvo en Buenos Aires la escuela que quizá no hubiera tenido en Francia, estudió dibujo, se enamoró del bandoneón y aprendió rudimentos musicales que de ningún modo necesitaba para apuntalar su genialidad. Rosita Quiroga, ya anciana, recordaba su tez aceitunada, sus ojos verdes (que Canaro veía negros), su aire gitano. Tanta belleza no hizo felices sus amores.
Catorce años sumaban entonces la edad necesaria para que Flor de fango se entregara a las farras y los músicos populares, a las delicias del gotán. No tenía muchos más Eduardo Arólas cuando andaba tocando por los boliches de La Boca y de Barracas, ya compuesta su ópera prima, Una noche de garufa, bellísimo tango, aunque opacado por El Mame y La Cachila. Francisco Canaro, que ya se había fogueado en los lenocinios bonaerenses y en las grandes orquestas codirigidas con Firpo, le dio una mano. Y Arólas anduvo con su fueye de café en café, abriéndolo y cerrándolo con brío, casi con desesperación, porque no alcanzaba a expresar todo lo que tenía adentro, y lo rompía entonces impiadosamente, de modo que el instrumento quedaba como un paraguas vuelto al revés, según memoraba Enrique Delfino. Y así continuó tocando, con Firpo primero, -época inaugural, cuando compusieron en yunta Fuegos artificiales- y luego al frente de sus propias orquestas, y creando afiebradamente, como si supiera que su tiempo sería mucho más breve que el concedido a otros para conquistar posteridad. La nómina de sus piezas es extensa y con registrarla no se hace gran cosa. Mejor será, quiero suponer, sugerir que se preste atención a la versión de La Cachila que dejó el piano acariciado por Lucio Demare, o la de Suipacha, por Pugliese, o La trilla, por Francini-Pontier, o Catamarca, por D' Arienzo; o que se escuche la grabación del recital Arólas romántico, ofrecido por Oscar De Elía hace un par de años, y quedará entonces la sensación de haberse topado con un pequeño Mozart de arrabal.
La muerte prematura contribuyó a rodear a Arólas de cierta aura de leyenda, pero tampoco de eso necesitaba. Hombre de ambientes más turbios que cristalinos, es posible que haya seguido en el barrio conventillero pautas éticas que la sociedad sólo toleraba entre el raso y los caireles. De compadrito relajado se lo tildó porque gustaba colocarse algún anillo sobre los guantes. Y así fue tramándose la historia de su muerte violenta.
«En una cayeja, solo / y amasíjao por sorpresa, / fue que cayó Eduardo Arólas / por robarse una francesa»,
versificó Cadícamo. Los papeles dicen que murió de tuberculosis pulmonar en el hospital Bichat. Manuel Pizarro, que en 1924 ya era en Europa el rey del tango y se codeaba con la haute internacional, de recalada en El Garrón, lo asistió con genuina nobleza criolla. Sus restos fueron repatriados años más tarde por iniciativa de Cátulo Castillo.
Emelco le dedicó una película, Derecho viejo, del director Manuel Romero (1951), y Juan José Míguez asumió su estampa. En ella se cantaban, con música de Sebastián Piana, estos octosílabos de León Benaros:
«Por él lloramos a solas; pido atención, compañeros: ¡A sacarse los sombreros! ¡Estoy hablando de Arólas!"                                                                  

miércoles, 15 de enero de 2014

Alfredo Bevilacqua - Biografía - 15 de enero de 2014




                                                    ALFREDO BEVILACQUA
Alfredo Alberto Bevilacqua nació en Buenos Aires el 20 de febrero de 1874 y murió en la misma ciudad el 1 de julio de 1942. Fue el primer tratadista del tango, el primero que lo definió y lo describió con lenguaje técnico musical.
El 1° de agosto de 1934 Bevilacqua narró su vida a Luis Héctor Bates, frente al micrófono de radio Stentor. Tenía entonces sesenta años y recordó que a los catorce se había conchabado en un corralón de maderas y luego en una casa mayorista, pero sin dejar de concurrir a la escuela y sumando a sus estudios los de piano. También aprendió y ejerció la profesión de afinador. A los 19 años compuso unos tanguitos que entregó al maestro Ricco y éste los hizo conocer en los bailes carnavalescos del teatro "Victoria". En 1895 ya estaba animando las tenidas de "El Pasatiempo". En 1902, Ortelli Hnos. le publicaron su tango Venus.
El tratado de Bevilacqua carece de fecha y lugar de impresión, pero no puede ser anterior a 1914, año en que dedicó al gran jockey Mingo Torterolo su tango Gran Muñeca. La nómina de los tangos de Bevilacqua que aparece en dicha publicación es la siguiente: Venus, Apolo, Recuerdos de la pampa, Cabo cuarto, Minguito, Minguito II (a cuatro manos), El fogón, El orillero, La criolla (con letra), Improvisación, El Popular, Independencia, Emancipación, Marconi, Gran muñeca, Primera Junta, Monterrey, Expresión criolla, Reconquista. Luego, naturalmente, continuó componiendo; Bates cita Brisas del sur, de 1933. Sería imperdonable omitir que Independencia fue escrito para el Centenario, en cuyos festejos lo ejecutó la banda del autor sobre la avenida de Mayo, y que Emancipación fue compuesto para el centenario chileno y fechado el 18 de setiembre de 1910.
La obra técnica de Bevilacqua mereció de Bates apenas una cita fugaz. A otros investigadores no les ha merecido ni eso. En su interesante Evocación del tango, Juan Silbido (Emilio Vattuone) lo describe, en cambio, con minuciosidad de bibliógrafo. El músico Mario Valdéz ha tenido la amabilidad de analizarla, a mi pedido y para esta colección. El volumen de Bevilacqua se titula Escuela de Tango -Tratado teórico práctico en español, francés e italiano, y está dedicado al Jockey Club, progresista institución, el más alto exponente de la sociabilidad argentina. Valdéz señala que el método apareció cuando el tango se había impuesto en el extranjero como tango argentino, y así aparecía designado por las editoriales extranjeras que promovían a sus compositores. Para Bevilacqua, la esencia del tango estriba en el ritmo, en Vanamente. Considera que para ser un buen tanguista es necesario ser un buen tiempista, dominar el tiempo. El del tango deber ser algo menos movido que el del Schottish, equivalente a 72 negras por minuto en la medición metronómica. Propone dividir e 12/4 (dos cuartos de redonda, vulgarmente 2x4) en cuatro tiempos o pulsaciones y abunda en indicaciones de las que se desprende que un tango no debe ser ejecutado académicamente, sino tanguísticamente.
En la segunda parte -dice Valdéz-, Bevilacqua presenta estudios progresivos, algunos totalmente digitados (anticipándose a Fulvio Salamanca, quien, como es sabido, digitaba las octavas en sus famosas versiones con D' Arienzo) para la figuración del acompañamiento, que debe obedecer al ritmo de la parte cantable.

Como se ve, Bevilacqua militaba en lo que podríamos llamar el purismo tanguero. ¿Cómo confinar, en sus rígidos conceptos, se pregunta uno, estilos tan diversos como el de Salgan y el de Demare, el de Francisco De Caro y el de Pugliese? Nada debe juzgarse fuera de su contexto histórico. El tratado de Bevilacqua no estaba destinado a cortar las alas de nadie, ni siquiera las de Colángelo y Berlingieri. Sostenía que el tango se caracteriza por la originalidad de sus figuraciones y se proponía ofrecer a los tanguistas foráneos y a los vanguardistas argentinos (en 1914 los solos de piano de Firpo, alumno de Bevilacqua, ya eran vanguardistas) un punto de partida para las elaboraciones de su genialidad; de ningún modo, un punto de llegada.

domingo, 12 de enero de 2014

Enzo Valentino 12 de Enero de 2014 - 1025-

ENZO VALENTINO
Nombre de familia: Enzo Ángel María Cavanenghi - (24 de septiembre de 1919) Cantor y autor

    Nació en la localidad de Correa, Provincia de Santa Fe, hijo de inmigrantes italianos, heredó de su padre su vocación por el canto y también se sintió influenciado por el canto de los payadores que arribaban a su pueblo natal
Debutó en Rosario en 1935,  y al año siguiente cantó en locales nocturnos y emisoras de esa ciudad.
        Su nombre artístico proviene el de haber tomado el apellido de su abuela materna que era de ascendencia francesa.
    Para 1937, viene a Buenos Aires y se ubica en LS6 Radio del Pueblo secundado por las guitarras de Ricardo y Agustín Legarreta, y José Di Napoli, siendo conocido bajo el  nombre de Juan Pueblo. Luego pasó a trabajar en las matines de Juan Manuel por radio Mitre incorporándose al conjunto de radioteatro dirigido por Alfredo Bigeschi, desempeñándose hasta 1948 ó 49.
     Tuvo como maestros a Zulema Ibarra, Eduardo Bonessi, quienes lo fueron perfeccionando en el canto, pasando también por la academia PAADI que dirigían los hermanos Rubistein.
    En 1949 trabajó en La Enramada, allí se incorporó a la orquesta de Domingo Federico, junto a Mario Bustos, fue en la época en que se había disuelto esa agrupación y vuelto a formarla otra vez, debutando en  Tango bar, Radio Splendid y numerosos bailes. Con Federico el primer tema que grabó fue China de la Mazorca, perteneciendo a este conjunto por dos años.     En 1950 se presentó por Radio Belgrano y en las transmisiones de circuito cerrado de canal 7, siendo secundado por Bruzo, Héctor Davis, Antonio Ciaccio y Enrique Maciel. Realizó giras por el interior. Grabó como solista para el sello TK con sus guitarristas Ernesto Báez, Edmundo Zaldivar (h) y Héctor Ayala. También en las orquestas de Luís Stazo, Carlos Figari, Ismael Spiltalnik, José Canet  y el cuarteto de guitarras de Enrique Maciel.
    En 1952 se incorporó a la orquesta de Alfredo Attadia, su primer tema grabado  fue “Cualquier cosa”, para el sello Pathe. En 1954 cuando Ángel Vargas estaba actuando en la orquesta de Armando Lacava, lo reemplazó por una dolencia de aquel, haciendo su presentación en el Marabú, posteriormente actuó en el Goyescas. En 1955 emprendió una gira por Montevideo. En 1968, integró la embajada artística juntamente con Oscar Alonso, Carlos Dante y Ernesto Fama, con la presentación y animación de Lito Bayardo, que en Santiago de Chile inauguraron el monumento de homenaje a Carlos Gardel,(Se erigió en la Plaza Subercaseaux, en el paradero 8 de la avenida José Miguel Carreras.)
    En 1973 se presentó en La Araña de Junín, al año siguiente en Rancho Argentino de Boedo 737. En 1979 trabajó en lo de Hansen en Ramos Mejía y en Canal 11 de TV en el programa Ronda de Tangos. Registró numerosas actuaciones y participó asiduamente en peñas de tango y en reiteradas oportunidades, se contó con su presencia en el Café Tortoni.
    De su obra autoral podemos citar: “Recuerdos de una madre”, “Viejo sillón”, “Gigi”, “El nido vacío” entre otras.

Los títulos, autor y compositor se encuentran incluidos en los tracks correspondientes.



4SHH- DESCARGA ENZO VALENTINO


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viernes, 10 de enero de 2014

Agustin Irusta - Biografía - 10 de enero de 2014




               AGUSTÍN IRUSTA

Agustín Irusta nació en Rosario el   28   de   agosto   de   1902   y murió en Caracas (Venezuela) el 25 de abril de 1987. La postrera alegría de su vida le fue dada por la aparición de un pequeño libro de memorias.
El diario El Nacional, de la capital venezolana, dijo en la nota necrológica: Actor, trovador, bohemio y sobre todo cantante; hasta hace cuatro meses todavía daba giras por el interior y se presentaba en la peña tanguera de esta capital, con 85 años y una gran vitalidad que sólo el cáncer pudo acabar. Vasco duro, si los ha habido, conservó hasta la vejez cierto aire muchachil que constituía uno de los rasgos más atrayentes de su persona.
Cantó desde la adolescencia. Francisco Canaro lo fue a buscar a Rosario para que cantara con su orquesta los tangos premiados en los concursos de Max Glücksmann. Había tenido ocasión de escucharlo en Buenos Aires, donde Irusta formaba dúo con Roberto Fugazot, con Humberto Correa (el autor de Mi vieja viola), con Luis Scalon, que se radicaría en París. Y a París fue Irusta, invitado por Canaro; allí integró, por sugestión (¿o decisión?) de Pirincho, el trío Irusta-Fugazot-Demare, que arrasó las taquillas (y los corazones femeninos) en Madrid y Barcelona.
Su actividad, sin tregua, se derrama desde entonces por una ancha fracción del mundo, primero en el trío y luego como solista. El trío dejó muchos 78 rpm y dos películas que, aunque rodadas en España, forman parte de la filmografía criolla: Boliche (1935) y Aves sin rumbo (1935). El solista cantó en la radio, en el teatro, doquiera se lo convocara. Llevó su canto y su apostura de galán a un crecido número de filmes. En Puerta cerrada (1936) fue galán de la entonces diva número uno, Libertad Lamarque, y en Tres hombres del río (1943) se desempeñó a las órdenes de Mario Soffici junto a Luis Aldas, José Olarra y Juan José Míguez. También filmó en España La guitarra de Gardel y en México, La hija del payaso, Bajo el puente, Mujer y La otra, ésta con Dolores del Río. Primordialmente fue un cantor, pero se manifestó también autor de las letras que escribió con Fugazot para dos bellísimos tangos de Lucio Demare: Dandy y Mañanitas de Montmartre, además del famosísimo vals El trovero (música de Rafael Tuegols) y el encantador Yaraví, que comienza soñando fue que te vi, encogidita en mis brazos. (Lo atesoro en la voz agreste de Néstor Feria).
Luis Adolfo Sierra -que lo recordó con emoción en una sesión de la Academia Porteña del Lunfardo, el 2 de mayo de 1987- lo juzgaba uno de los intérpretes más importantes de todas las épocas del tango. Fino, simpático, culto, caballeresco, inteligente, ingenioso humorista porteño para la sonrisa intencionada y no para la carcajada ruidosa; delicado cantante intimista de inconfundible fraseo, voz pequeña de impecable musicalidad, afinación perfecta, de apagada y colorida sonoridad. Artista cabal e intérprete exquisito, entendía que el tango debe decirse y no gritarse.

Durante los últimos treinta años de su vida estuvo, por razones familiares, radicado en Venezuela, desde donde partía en sus giras por Colombia, Ecuador, Puerto Rico, México, Panamá y los Estados Unidos. También viajaba con frecuencia a Buenos Aires, un turista en su propio país. Lo recuerdo en el sepelio de los restos de Francisco Alfredo Marino, el 21 de marzo de 1973. No era distinto al que había sido compañero de Aída Luz en El patio de la morocha, veinte años antes, cantando: ¡A ver, mujer! Repite tu canción / con esa voz gangosa de metal, / que tiene olor a ron / tu bata de percal / y tiene gusto a miel tu corazón.

domingo, 5 de enero de 2014

Sexteto Mayor 5 de Enero



     Esta es una nueva publicación del Sexteto Mayor liderado en aquellos años por José Libertella y Luis Stazo, se trata del primer disco vinilo grabado por esta agrupación en 1973.
Participaron en las mismas.

Luis Stazo y Pepe Libertella - Bandoneones -
Armando Cupo - Piano -
Omar Murtagh - Contrabajo - Fernando Suarez Paz y Reynaldo Nichelle - Violines -

En 1974 el conjunto graba otro disco vinilo con la misma formación y en noviembre de ese año se separan del Sexteto,  Suarez Paz y Nichelle.


Title: 01 Preludio nochero (Leopoldo Federico-Osvaldo Requena)

Artist: Sexteto Mayor

Album: Preludio Nochero

Year: 1973

Genre: Disco para su difusión- No Comercial-

Comment: L.P sello EMI Odeon 5.203- Publicado por: Tango, Radio y más Historias.

 

Title: 02 Sabor a Buenos Aires (José Libertella)

Title: 03 Un placer (Vals, Vicente Romeo)

Title: 04 Tema otoñal (Enrique Mario Francini)

Title: 05 Contrabajeando (Aníbal Troilo-Astor Piazzolla)

Title: 06 Quejas de bandoneon (Juan De Dios Filiberto)

Title: 07 Del 73 (Armando Cupo-Luis Stazo)

Title: 08 Celos (Jacob Gade)

Title: 09 El dia que me quieras (Canción, Carlos Gardel-Alfredo Le Pera)

Title: 10 Margarita Gauthier (Joaquín Mora-Julio Jorge Nelson)

Title: 11 Halcon negro (Francisco Canaro).

 

 MEGP9- BAJAR SEXTETO MAYOR

 

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