Distinción del Centro de Cultura Tanguera Alfredo Belussi

Distinción del Centro de Cultura Tanguera Alfredo Belussi
Tango, Radio y más Historias, blog distinguido por su aporte a la difusión del Tango, sus autores e intérpretes.

martes, 10 de enero de 2012

Alberto Gomez 10 de enero de 2012

Alberto Gómez
Egidio Alberto Aducci -quien, desde 1929, fue conocido artísticamente como Alberto Gómez-, nació en Lomas de Zamora (Provincia de Buenos Aires)  el   19  de junio  de1904 y murió en Buenos Aires el 1° de mayo  de   1973.   Durante  la  primera parte del comienzo  de la década de 1930 fue uno de los cuatro o cincocantores   de   tangos   más   populares, junto  a  Carlos   Gardel,   Ignacio   Corsini,  Agustin   Magaldi  y Charlo. De niño pensó que su destino estaba en la ópera y estudió canto lírico con Antonio Codegani. Su amistad con un joven cantor de su mismo pueblo, llamado Augusto Vincenti, lo impulsó a formar un dúo más entre los tantos que cultivaban el canto criollo. Alguien se preocupó de que lo escuchara el guitarrista Manuel Parada, experto en la materia, quien en 1923 había formado un trío con Julio Vega y Roberto Díaz y a la sazón acompañaba al dúo de Alfredo Pelaia e ítalo Goyeneche. Parada instó a los jóvenes a formar un trío, que él encabezaría, y aceptada que fue la propuesta rebautizó a Aducci como Alberto Gómez y a Vincenti como Augusto Vila. Esto ocurrió hacia 1929, no sin que antes los muchachos hicieran una temporada en el "Apolo" con la compañía de César Ratti. El 16 de mayo de 1929 apareció el primer disco de los nuevos cantores. En una cara interpretaban Adiós, adiós, una canción de Alfredo Pelaia. En la otra, Gómez cantaba Soy un arlequín, tango de Enrique Santos Discépolo que ya habían grabado Azucena Maizani, Ignacio Corsini e inclusive la orquesta de Juan D'Arienzo, con el cantor Francisco Florentino. La etiqueta de la placa decía Dúo Gómez Vila y, debajo, en caracteres menores, Guitarras Parada y Spina, El director de Víctor, que era Adolfo Carabelli, había resuelto que un guitarrista no podía encabezar el rubro. Parada se disgustó y dejó a sus pollos librados a su suerte. Que no fue adversa. Por el contrario, los jóvenes hicieron una brillante carrera radiofónica y escénica, a tal punto que en 1933, cuando se rodó en el país el primer filme sonoro, Tango, del director Luis Moglia Bart, Gómez encabezó el reparto. Allí cantó Mi desdicha, Alma de bohemio y Alma, considerado este tango su máxima creación. Antes de partir hacia tierras calientes tuvo ocasión de intervenir en los filmes Juan Moreira (1936, director Nelo Cosimi) y De la sierra al valle (1938, director Antonio Ber Ciani). Más tarde Gómez intervino en otros filmes. El más importante de ellos fue Donde comienzan los pantanos (1952, director Antonio Ber Ciani). Allí compartió el cartel con la actriz italiana Adriana Benetti, quien enseguida filmaría Las aguas bajan turbias con Hugo del Carril.
El dúo, al que acompañaron diversos guitarristas, incluido José María Aguilar, se disolvió en 1941, cuando Gómez viajó a La Habana donde cantó y grabó con guitarras y con el conjunto de Adolfo Guzmán y los Románticos Gauchos. Obtuvo grandes éxitos y ganó mucho dinero. En 1946 regresó a Buenos Aires, donde despertó cierta fugaz expectativa. Grabó por entonces con la orquesta de Pedro Maffia y la guitarra de José Canet. Luego volvió a hacerlo en 1962. En la famosa "década del Cuarenta" su recuerdo lucía desvaído, pese a que su presencia física era habitual en los ambientes tangueros, y también en los turfísticos, pues la apasionaban las carreras de caballos y llegó a ser dueño del "pura sange", Feérico.

Gómez, que fue amigo de Gardel y su compañero en la radio Belgrano, compuso una pieza muy entrañable, Milonga que peina canas (1959). Antes había difundido su vals Novia mía (1937) y su tango Que nadie se entere. Su bella voz de tenor y su escuela de cantor romántico permanecen en sus versiones discográficas de Carillón de la Merced (1931), Lonjazos (1932), Virgen de Guadalupe (1932), Riachuelo (1934), Quien más, quien menos (1934) y, entre otras muchas, Milonga triste, la fabulosa página de Piana y Manzi que estrenó en 1936.