Distinción del Centro de Cultura Tanguera Alfredo Belussi

Distinción del Centro de Cultura Tanguera Alfredo Belussi
Tango, Radio y más Historias, blog distinguido por su aporte a la difusión del Tango, sus autores e intérpretes.

jueves, 20 de marzo de 2014

Antonio de Marchi - 20 de marzo de 2014

Antonio De Marchi
Antonio   De   Marchi   nació   en Pallariza  (Novara,  Italia)  el  25 de agosto de 1875 y murió en Buenos Aires el 21  de febrero de 1934.
No es justo ocuparse del desarrollo y la evolución del tango sin mencionar a este ilustre piamontés que abrió a la danza porteña los salones de nuestra aristocracia. Llegó a Buenos Aires a fines del siglo XIX. Su abuelo Silvestre lo había hecho setenta años antes, como representante de Suiza, y había instalado una droguería muy próspera. Su padre, Antonio, habíase casado con Mercedes Quiroga, hija de Facundo. Antonio, que, con su hermano Alfredo, estaba encargado de la droguería familiar, se casó, a su vez, con María Roca, hija del general Julio Argentino Roca. Era, principalmente, un deportista y, temperamentalmente, un pionero. Fundó, en efecto, la Sociedad Sportiva; creó el Cercle de l'Epée, para difundir la esgrima; fomentó el automovilismo; organizó los Boy Scouts de Buenos Aires; formó los batallones escolares que desfilaron en las fiestas del Centenario; impulsó el hipismo; cultivó la amistad de Jorge Newbery, facilitó al Aero Club el campo de la Sportiva, desde donde, el 25 de diciembre de 1907, partió el globo Pampero, tripulado por Eduardo Newbery y Aarón de Anchorena, Luego, al estallar la primera guerra mundial, regresó a su país y se incorporó allí en las tropas combatientes. Vuelto a la Argentina, después del armisticio, promovió la visita de la Misión Aeronáutica Italiana y presidió el Comité Aeronáutico, entre cuyos dirigentes se contaba Daniel Videla Dorna, otro gran tanguero, que, en 1913 había sido miembro del jurado en el concurso del "Palace Theatre". Además, tuvo tiempo para divertirse y hacer una intensa vida social. Fue presidente del Dopolavoro, una institución cultural promovida por el gobierno de Mussolini, al que favoreció con su simpatía. La muerte le ahorró la vergüenza de Etiopía y el pacto con el nazismo.

En 1912, Antonio De Marchi, a quien el rey de Italia había otorgado el título de barón, organizó en el 'Paláis de Glace" una velada destinada a exhibir ante la deslumbrada burguesía porteña la danza criolla que estaba haciendo estragos en París y contra la que los obispos franceses comenzaban a lanzar duras invectivas (que el Papa reinante, -San Pío X-nunca convalidó). La orquesta de Bachicha tocó los tangos de moda y Enrique Saborido abundó en cortes y quebradas. Un año más tarde, en setiembre de 1913, De Marchi volvió a las andadas y desde la presidencia de la Sportiva organizó el famoso concurso del "Palace Theatre -cine flamante y suntuoso de la calle Corrientes-, donde una orquesta dirigida por el violoncelista Carlos Marchal tañó los tangos concursantes, bailados por los mejores danzarines de entonces, Francisco Ducasse, Juan Carlos Herrera, César Ratti, Argentino Podestá y el mismísimo Cachafaz. La sala estaba poblada por gente de apellidos apabullantes, comenzando por el de Esther Llavallol de Roca, suegra del organizador. El  jurado, presidido por Julián Aguirre e integrado por Antonio Chimenti, Vicente Madero y Daniel Videla Dorna, otorgó el primer premio a una pieza, El Tony, firmada por un tal Nirvassed, que resultó ser el chacarero de origen francés, músico orejero, José de Wavrin. Pacho, que ya cortaba el tránsito desde el palquito del café "Ambos Mundos", de la calle Paraná, obtuvo un premio consuelo. Pero los verdaderos ganadores resultaron Vicente Greco y Francisco Canaro, quienes, desde entonces, fueron convocados a tocar en los bailes de los grandes palacios del Barrio Norte, y Juan Carlos Herrera, el profesor de baile preferido de la fiesta. Ya se sabe que, después de haber pasado del peringundín a las garconieres, de las garconieres a París, de París al "Palace Theatre" y del "Palace Theatre" a los salones, el tango se aposentó en la clase media. ¡Gringo varón el barón!