AGUSTÍN MAGALDI
Agustín Magaldi, cuya cuna se disputan las ciudades santafecinas e
Rosario y de Casilda, nació el1º de diciembre de 1898 y fue bautizado el 27 de
febrero de 1899 en la parroquia Santa Rosa de Lima de Rosario. Sus padres,
Carlos Magaldi y Carmela Coviello. eran italianos. Murió en Buenos Aires el 8
de septiembre de 1938. Una ordenanza municipal de 1974 impuso su nombre a un
tramo de la calle Monasterio, en el barrio porteño de Barracas.
Agustín estudió canto lírico en Rosario con el maestro Nicolás
Mignona. Luego se volcó al género popular, que ofrecía una perspectiva laboral
nada desdeñable, sobre todo en el legendario barrio de Pichincha. turbio pero
canoro. Se dice que en 1921 escuchó a Gardel cantando en el cine La Bolsa, de
Rosario, más el dato merece verificación. Gardel. que no era celoso. le habría
dado buenos consejos y, animado por ellos, Agustín llegó a probar fortuna en
Buenos Aires. Era joven. pero no tanto: ya tenía 24 años. No le fue bien,
regresó a su casa rosarina e intentó una segunda salida en 1924. Fue entonces a
probarse en la Víctor. A Rosita Quiroga, que ya tenía allí poder de decisión.
le gustó el acento sentimental del muchacho, pero no les gustó a quienes
estaban por encima de ella. Para forzar la voluntad de los mandamás -porque
tenía una fe ciega en el destino del postulante-. grabó con él, en dúo, un
gato, una zamba, una cueca y una tonada. Esto ocurrió en diciembre de 1924 y
enero de 1925. Convenció a los directivos y nació un astro; el primero creado
por Rosita. Luego creó a una estrella, Mercedes Simone.
Era la época de los dúos y Magaldi formó el suyo, mirándose en
Gardel-Razzano como en la luna de un espejo. Comenzaron a cantar en yunta con Pedro
Noda en mayo de 1925. Pocos meses más tarde, el 30 de septiembre, en Rafaela,
Gardel y Razzano disolvieron su sociedad musical. Era como si la cancha quedara
libre para Magaldi-Noda. En efecto, el éxito los acompañó como la sombra al
cuerpo, y nadie dudaba al poco tiempo de que al tope de la cantaría tanguera
estaban -en este orden Gardel, Corsini y Magaldi. Éste era un cantor hecho y
derecho, de buena escuela, óptimo oído y voz abundante, aunque temblorosa.
Rosita -y también la madre de Rosita, doña Serapia, que le había tomado tanto
afecto al rosarino que hasta le planchaba las camisas- saboreó el éxito de su
pollo más que el propio. que no era poco. porque consolidaba su posición en la Víctor.
Visto en perspectiva, cuando el canto de protesta ha hecho estragos, inclusive
en el repertorio de los que otrora se llamaban modestamente estilistas, y ahora
prefieren que les digan folkloristas, Magaldi no luce como un cantor de
protesta. Tal vez haya sido el cantor de la resignación.
En una primera etapa -1925/1929-. Magaldi grabó para Víctor
cuarenta y una versiones, setenta y cuatro en dúo; para Brunswick -1929/1932-
registró ciento ochenta y cinco versiones, setenta y cuatro en dúo; el 1° de
septiembre de 1932 volvió a Víctor y allí grabó hasta su muerte. De esta etapa
postrera son algunas de sus creaciones más recordadas: Acquaforte, Vagabundo,
Petrushca, Dios te salve, m'hijo, Consejo de oro, Jorobeta, Mama, ievame p'al
pueblo, Nieve, Alma mía, No quiero verte llorar.
La vinculación de Magaldi con la adolescente María Eva Duarte. que
luego sería Eva Perón, reelaborada por el tiempo y la perfidia, se ha
convertido en una recurrida dieta para cerdos. Empero. no todo es historia y en
todo caso. como dijo alguna vez Perón, la historia también tiene su historia.
Lo que me consta es que, cuando se cuadró que recordara a Magaldi, Evita lo
hizo con gratitud.
En este 1998 Magaldi ha cumplido 100 años. y si en 1924 encontró a
una joven -apenas dos años mayor que él- que adivinó en su canto a un artista
de porvenir, ahora, a los cien años, encuentra a otra niña, Irene Amuchástegui,
que vela por su gloria y publica su biografía. Hombre de suerte con las
mujeres, el rosarino sentimental.