Como pasó en muchas de las orquestas de
tango, cuando un cantor dejaba la misma era a lo mejor un motivo de
preocupación para su director.
Con Tanturi no ocurrió lo mismo cuando Alberto
Castillo deja la misma para convertirse en cantor solista con su propia
orquesta.
De
inmediato, Tanturi, contrató al cantor Uruguayo Enrique Campos y la orquesta
siguió acaparando público, venta de discos y un extraordinario éxito, debido a
la manera distinta que había entre ambos cantores.
Tras
varios meses de actividad como solista, Campos le pide a Tanturi incorporar a
otro cantor y de esta manera ingresa Roberto Videla quien se mantuvo en la
orquesta desde 1946 a 1948.