MIGUEL CALO VIDA Y OBRA
Faruk
y su opinión sobre Miguel Caló, como para dar comienzo a esta Historia.
Dice
el poeta Héctor Negro en una parte de su tango “Tiempo de Tranvías”...
"Fuente
de Pichuco cuando el gordo era muchacho
y el violín de Gobbi y la orquesta de Caló”. ¡Perfecto! ¡Justo! ¡Caló
era "la orquesta en los años cuarenta”! ¿Por qué?. Porque desde que formó su primer conjunto, en
cada uno de sus músicos hubo un director en potencia. Miguel Caló, como nadie,
tuvo la virtud poco común de descubrir auténticos valores jóvenes para darte
"polenta" a su orquesta. Jamás admitió la posibilidad de una pose que
lo colocara en un plano superior como pretendida exigencia de su YO. Al
contrario. Miguel aplaudió y estimuló toda personalidad de intérprete que se destacara
en sus conjuntos presentados "en sociedad". Así fue como debió
renovarse aguardándose el debut de un nuevo astro. Y desde que en los años
treinta formó su primera agrupación, surgieron intérpretes que iban a dar que
hablar; Luis Brighenti, Hugo Gutiérrez, Raúl Kaplún, Miguel Nijenshon, Carlos
Lázzari, Eduardo Rovira, Héctor Stamponi, Domingo Federico, Osmar Maderna.
Armando Portier, Enrique Mario Francíni. ¡Qué barbaridad! ¡Todos se fueron poco
a poco de la orquesta para ser
directores de sus propios conjuntos! ¡Y qué conjuntos! Sin embargo Miguel Caló
era feliz; "sus pichones volaban con alas propias"...
¿Y
ahora qué? ¡Ahora a salir a buscar más jóvenes valores! Y Miguel los
encontraba. En los últimos años pasaron por su orquesta nada menos que Orlando
Tripodi, Julián Plaza, Tito Besprobán, Simón Broitman.
Parafraseando
los versos de Héctor Negro y adaptándolos a nuestro tiempo, podríamos decir:
"Fueyes de Garello, de Marconi y Federico, el violín de Agri y los
"discos" de Caló.
FARUK
Ver capítulo 1 sus inicios en el disco. Primera parte de su biografía.