Manuel
Pizarro
Nació
en Buenos Aires (en el barrio del Abasto) el 23 de noviembre de 1895 y murió
en Niza (Francia) el 10 de noviembre de 1982. Con Eduardo Bianco fue la
máxima expresión tanguera en Europa y, en París, sinónimo de tango.
Llegó
a aquella ciudad en 1920, pero no fue el primer tanguista que hizo pie a
orillas del Sena después de la primera guerra mundial. Ésta esparció por el
mundo a la mayor parte de los ciento cincuenta profesores que había] hecho de
París la capital europea del tango. Antes que Pizarro llegaron, con la paz,
Celestino Ferrer y Carlos Güerin Filipotto; un poco después, Eduardo Blanco.
Pizarro
aprendió a tañer el bandoneón con su vecino Juan Maglio (Pacho), quince años
mayor en edad y experiencia. Er; un chiquilín cuando formó un trío con el
pianista Niels Jorge Paulos -hermano de Peregrino, a quien le disputó la
autoría d 6a, del R2, luego rebautizado Inspiración- y con el legendario
Ernesto Zambonini. En 1914 -a los 19 años- compuso si primer tango, Batacazo, y
siguió su carrera en diversos con juntos, incluido el famoso quinteto (Pascual
Cardarópoll a piano; Rafael Tuegols y Julio De Caro a los violines y Luis
Bernstein al contrabajo) que Eduardo Arólas dirigía desde si fueye en el
"Maxim's". Pizarro enterraría al Tigre de Bandoneón en París, el 25
de setiembre de 1924, el mismo di; en que descubrió que se llamaba realmente
Lorenzo Arólas.
En
1920, la empresa Lombart, que explotaba el Tabarís" contrató a Pizarro
para tocar en Marsella, con Genaro Spósito (el taño Genaro) y un violinista
francés. Dos meses actuaron e] aquella ciudad petrolera que nos había enviado
ya alguno souteneurs, aquí llamados macrós. Luego emprendieron viaje París,
donde estaba tirando manteca al techo Vicente Madero la más empinada
manifestación aristocrática del baile de tango. La amistad de Madero con Ello
Volterra logra que éste tibie por "El Garrón" el nombre de su cabaret
"Princesse" y contrate a
Pizarro para que forme orquesta con Ferrer, Filipotto y José Sciutto. Ataviados
con pilchas gauchas, los músicos consiguieron hacerse escuchar con simpatía;
pero todo comenzó realmente cuando Rodolfo Valentino -a quien Filipotto y
Ferrer habían conocido en Nueva York en la mala y í en 1920 ya había bailado algo
así como un tango en Los cuatro jinetes del Apocalipsis-, saliera a la pista,
no sin recibir; es una útil lección del vasco Aín,
En
1922 Pizarro ya era amigo del embajador argentino en Francia, Marcelo Torcuato
de Alvear, a quien acompañó a Buenos Aires cuando vino a asumir la presidencia
de la nación. Formó entonces en la primera de las orquestas organizadas por
Francisco J. Lomuto para amenizar los cruceros turísticos que el Cap. Polonio
hacía hasta Tierra del Fuego, En mismo barco viajó a Rotterdam y enseguida a
París, a amar la batuta de "El Garrón". Desde allí expandió su fama dirigió
sus pasos a Madrid, Biarritz y San Juan de Luz, cuando acogió a Eduardo Arólas,
cuando, enfermo de alcohol y amargura debido a un desdichado percance
sentimental, fue a ver a su viejo amigo del "Maxim's"; allí facilitó
la presentación Gardel- demasiado caro para "El Garrón" -en el
cabaret Florida" y en la Costa Azul, Madero había sido el gestor del éxito
de Pizarro allí mismo. Por carácter transitivo, Madero se vincula al éxito de
Gardel y es bueno señalarlo aquí, porque es rendir homenaje a la justicia.
Cuando
estalla la segunda guerra, Pizarro recala en Barcelona con otros artistas
argentinos y, previa escala en Egipto, retorna a la Argentina. Finalizado el
conflicto vuelve a París. En 1971 estuvo de paseo en Buenos Aires y Montevideo,
lo veía saludable y vigoroso. Murió once años más tarde, Gardel le grabó tres
tangos: Noches de Montmartre (letra de Luis César Lenzi), Todavía hay otarios (letra
de Héctor R. Behety) y Una noche en El Garrón (letra de Luis Garros Pe, seudónimo
éste de Luis Gaspar Pierotti, manager de Gardel).