Día a día, invariablemente, manos anónimas
recubren de flores el definitivo recinto en que yace, dolorosamente sofocada
-no apagada-, la voz de Carlos Gardel. A pocos artistas suele evocarse con
tanta espontaneidad perdurable. Su retrato, con la sonrisa ancha y
conquistadora, y el chambergo ladeado en un esguince de tango del novecientos,
está allí, a la vista, en muchos sitios de su Buenos Aires, o en el campo
argentino de sus estilos y milongas.
Agradezco la gentileza de enviarme este material a Eduardo Sibilín.
CONTRATAPA
DISCO POR JUAN RIBAS
Día
a día, invariablemente, manos anónimas recubren de flores el definitivo recinto
en que yace, dolorosamente sofocada -no apagada-, la voz de Carlos Gardel. A
pocos artistas suele evocarse con tanta espontaneidad perdurable. Su retrato,
con la sonrisa ancha y conquistadora, y el chambergo ladeado en un esguince de
tango del novecientos, está allí, a la vista, en muchos sitios de su Buenos
Aires, o en el campo argentino de sus estilos y milongas. Se lo descubre sobre
el estañado mostrador de algún café de suburbio, galardoneando el humilde quiosco
de cigarrillos,o presidiendo, como un ídolo, la cabecera de los lechos
adolescentes en los pobres ranchos de la pampa.
Los turistas suelen verlos en
París, Londres, Madrid, Nueva York, como si fuera el de un fetiche gaucho. La
admiración que Carlos Gardel supo ganarse en el corazón del pueblo es casi tan
inverosímil que hoy, a 25 años de su trágica muerte, es el suyo un recuerdo
aureolado de leyenda. La gente lo sigue escuchando, lo sigue queriendo y aun
hay quienes, en tanto trance de evocarlo emotivamente, lo sigue viendo con los
ojos del espíritu, corporizándo!o en un trasmundo austral. Todo fué posible
para Gardel. Todo será aún posible para él. Muchos trataron de imitarlo; nadie
ha podido igualarlo ni reemplazarlo. En el plano de lo insondable, mantiene
triunfalmente su cetro indiscutido y sin cotejo factible. Su inspiración, lejos
de desvanecerse bajo el fatal peso de la cronología, prosigue dispersándose y
acrecentando emociones y adeptos. Carlos Gardel vive ahora más que nunca, con
la única vida inextinguible: la de la presencia inmaterial.
Gardel
legó una lección magistral. Se impuso, su personalidad avasallante fue,
naturalmente, porque disponía de asombrosos medios de expresión, los más
amplios y completos que se han presentado hasta ahora en un mismo cantor. Pero
esto no hubiera bastado para configurar la apoteosis en que encendió su nombre
de fábula. El gran secreto de Carlos Gardel fué que supo hablar el auténtico
lenguaje de la sensibilidad popular. Manejó, como ninguno, una gramática
interpretativa simple y de profundas proyecciones. Leyendo, viviendo y cantando
lo que en el fondo de las almas pugnaba por revelar su misterio en la musical
poesía ciudadana, puso al alcance de todos un idioma mediante el cual nadie
deja de entenderse. El tango tómase puro sentimiento, un sentimiento por cierto
nada flácida, por cuanto está hecho del dolor del hombre, de la magnitud
dramática del amor o de la alegría imaginativa de un pueblo que quiere y desea
afirmarse en el canto popular, porque sabe que el canto popular es forma
esencial para definir la tonalidad creadora de la vida. Entre los artistas que
aprendieron la lección de Carlos Gardel figura, claro está, Adolfo Berón.
Berón, con las vibrantes cuerdas de su guitarra, de esa guitarra justificadamente
llamada "La Guitarra del Tango", ha sabido también comunicarse con el
pueblo, como quería Carlos Gardel. Lo hace sin palabras, con la sola guapeza
sonora de su instrumento y de su conjunto.Lo hace empleando procedimientos
distintos, sin la efusión de la dinámica del ritmo. Berón, más que hacer vibrar
cuerdas, hace estremecer fibras emocionales. De la caja de su guitarra no se
desprenden solamente notas, sino impulsos de entrañas íntimas, los latidos
rudos del tango, que compadrea señorialmente sabiéndose sin rival. Algo hay,
pues, de común entre Gardel y Berón, como siempre hay algo de común entre los
verdaderos artistas, cualquiera que sea la jerarquía o la distancia que los una
o los aleje en la apreciación y en el espacio. Esto que hay de común, en este
caso, entre Gardel y Berón es, precisamente. lo que confiere carácter especial al presente
"Long-Play", con el cual Adolfo Berón, con el gratísimo auspicio de
"MUSIC HALL", rinde un propicio homenaje al máximo cantor nuestro,
ofreciendo con su estilo inconfundible, y también, inimitable, una selección de
las más aplaudidas páginas originales, igualmente inconfundibles e inimitables,
de Carlos Gardel. Adolfo Berón, el triunfador espectacular de los últimos
tiempos, la más reciente sensación del mundo discográfico. el intérprete en
torno del cual se ciernen apasionadas oleadas de aplausos Y ¿por qué no
decirlo? también de controversias, ha elaborado empeñosamente estas versiones
conmovedoramente dedicadas a Gardel, para que ellas constituyan un tributo
digno de la inolvidable personalidad evocada. Y aun más. Ha incluído, como
primicia, su "Cuatro notas a Gardel", que no es una simple
composición de homenaje. Es el diálogo de Berón con Gardel, a través de la
emoción, del respeto, del cariño y del tiempo. Con sus cuatro modestas notas,
ha sabido resumir la admiración y la gratitud que todos deseamos expresar hacia
Gardel. Este "Long-Play" sale de las prensas de "MUSIC
HALL" hacia muy distintos rumbos. No habrá ninguno en que, a su paso, no
halle a un devoto de Carlos Gardel. De esto cabe tener certeza. A más de un
cuarto de siglo de la tragedia aérea de Medellín, una guitarra argentina y de
América sacude su bordona para dar fervoroso y reverencial acompañamiento al
recuerdo de la voz que jamás dejará de cantar.
JUAN
RIBAS.
Title: 01 Mano a mano - Carlos Gardel, Jose Razzano y Celedonio
Esteban Flores
Artist: Adolfo Beron
Album: Para Gardel
Year: 1980
Comment: Disco vinilo
Editado en 1980 Sello Music Hall 12115
Title: 02 Volver - Carlos Gardel y Alfredo Le Pera
Title: 03 Guitarra mia (Estilo) Carlos Gardel y Alfredo Le Pera
Title: 04 Pobre gallo bataraz - Carlos Gardel, Jose Razzano y Adolfo
Herschel
Title: 05 Mi Buenos Aires querido - Carlos Gardel y Alfredo Le Pera
Title: 06 Ay Aurora (Vals) - Carlos Gardel y Jose Razzano
Title: 07 Silencio Carlos Gardel Horacio Pettorossi y Alfredo Le
Pera
Title: 08 Melodia de arrabal - Carlos Gardel, Alfredo Le Pera y
Mario Batistella
Title: 09 Tomo y obligo - Carlos Gardel y Manuel Romero
Title: 10 Ausencia (Vals) - Carlos Gardel, Jose Razzano y N. Bianco
Title: 11 Volvio una noche - Carlos Gardel y Alfredo Le Pera
Title: 12 Sol tropical (Rumba) - Terrig Tucci y Alfredo Le Pera
Title: 13 Medallita de la suerte - Carlos Gardel Jose Razzano y M.
Batistella