Linda
Thelma
Linda
Thelma, por verdadero nombre Ermelinda Spinelli, nació en un lugar de Italia no
documentado y en una fecha incierta de la penúltima década del siglo XIX. Murió
en el hospital Rawson de Buenos Aires, el 23 de julio de 1939, al cabo de dos
años de internación.
Cuando
me hice cargo de la cátedra Introducción al Tango, en la ahora metamorfoseada
Universidad del Tango de Buenos Aires, encomendé a mis alumnos una
investigación de Linda Thelma, la más famosa de las tonadilleras criollas y una
de las primeras artistas que profesó el canto del tango. Todos trabajaron con
empeño y la doctora María Isabel Donadío logró compilar un nutrido dossier que
está depositado, con el número 3.499, en la biblioteca de la Academia Porteña
del Lunfardo, donde pueden consultarlo estudiantes y estudiosos. La doctora
Donadio exhumó el acta de defunción de la artista. En ella se lee que era
argentina y tenía cuarenta y nueve años. Tito Livio Foppa también dice que era
argentina, y porteña, y que había nacido en 1884. Lily Sosa de Newton, en su
Diccionario de mujeres argentinas, repite estos datos y lo hacen también otros
autores. En discordia parcial se manifestó Osvaldo Sosa Cordero, que coincidió
en el año 1884, pero la dio como italiana aunque "se consideraba
genuinamente porteña" (digamos que como Ignacio Corsini, Ambrosio Río,
Alfredo Pelaia, Alberto Moran y otros que no son pocos). Donadío ha indagado en
publicaciones de época y registra así algunas expresiones despectivas que el
diario Crítica dedicó a Linda Thelma en 1915. Poco después informaba, sin
embargo, Que «la precoz tonadillera ítalo-criolla, señorita Linda Thelma,
anuncia para el jueves (25 de febrero) su seretta donare celebrando "sus
bodas de plata con la tonadilla ingenua" y se refiere a "las
apasionadas simpatías que ha sabido conquistarse". Insiste la gacetilla en
que se trata de una cantante ítalo-criolla y que lo que celebra es el 25°
aniversario de su debut en el teatro nacional. Había debutado, pues, en 1890, y
suponiendo que tuviera entonces diez años, la fecha de su nacimiento debería
estar fijada en 1880. Por el tono de las sucesivas publicaciones de Crítica,
1915 fue para Linda Thelma un año de grandes triunfos.
En
la nota necrológica, Crítica recordaba la belleza morena de sus veinte años,
que podía más que su personal talento. Agrega que "encarnaba un tipo
exacto de criolla y se movía con la audacia de un guapo en los pasos de
baile". Agreguemos que, con Pepita Avellaneda, fueron las primeras en
cantar los viejos tangos rufianescos, y que lo hizo con atuendo masculino,
anticipándose en ese candoroso través mismo a la gran Azucena Maizani.
Por
lo que se sabe, se había iniciado en el teatro en 1904 y hacia 1908 abandonó la
comedia para dedicarse al varieté. Según Foppa, estuvo en España, donde recogió
grandes éxitos que la indujeron a consagrarse por completo a la canción
argentina -desde el melancólico estilo al tango provocador-, la que le valió
que la famosa Madame Rassimí, cuando se presentó en Buenos Aires, en 1922, la
invitara a actuar en la Reúne de Printemps, del "Moulin Rouge", en
París. En esa ciudad se encontró con Francisco Canaro, quien la contrató como
cancionista de la orquesta que presentaría en el "Mirador"
neoyorquino. Una enfermedad le impidió luego actuar. De regreso, y de paso por
Lima, se enredó en una relación sentimental con Augusto Bernardino Leguía, un
político devenido dictador que gobernó al Perú entre 1919 y 1930.
En
Buenos Aires, Linda Thelma intentó reverdecer sus laureles, pero ya se la había
olvidado. Se presentó como "número vivo" en un cine de Constitución,
ante los bostezos de la menguada platea; luego intentó cantar "entre las
risas y las burlas" en un teatro deshonesto del Bajo durante una velada
muy amarga para sus viejos admiradores. Enseguida la enfermedad y la muerte. Su
voz de tiple ha quedado en algunos discos fonográficos; su belleza y su
picardía, en la leyenda.