Y por supuesto, también ha sido reflejada por los
poetas del tango. Porque desde siempre ha existido esa profunda necesidad por
cantarle a su tierra natal o de adopción. En el caso de nuestra música popular,
ya entre quienes intentaron los primeros ensayos y manifestaciones surgieron
aquellos que se encargaron de engrandecer y enaltecer a la Patria a través de los
versos.
Uno de los temas más antiguos, que en la actualidad
perdura y que se tiene presente, paradojalmente no lleva letra. Pertenece al
pianista de la guardia vieja Arturo Bevilacqua, quien se especializó en los
tangos patrióticos. Independencia es el que dedicó "A mi Patria con motivo del Centenario,
Buenos Aires, 25 de Mayo de 1910". Pero este tema, estrenado por
una banda en la Avenida
de Mayo, con motivo de los festejos patrios, no fue el único del mencionado
pianista. Ese mismo 1910, le dedicó Emancipación a "la hermana República de
Chile". También escribió Reconquista y Primera Junta.
En 1916 la editorial Breyer Hnos. editó el vals de
Pascual de Gullo 9 de Julio. La referida
fecha tiene también una letra escrita por Eugenio Cárdenas, para el tango de
José Luis Padula.
Más tarde, otros tres letristas enriquecerían el tema
con su aporte. El estilista Domingo V. Lombardi escribió El sol del 25. Sus
estrofas fueron tomadas por el surgente dúo Gardel-Razzano, quienes grabaron la
versión en 1917, con música de gato - canción
En 1924, Vicente Greco compuso música y letra de
Patria, que grabó Carlos Gardel.
Un año después, Eugenio Cárdenas y Guillermo Barbieri
escribieron el estilo Salve Patria:
En 1925, Gardel registró un disco que no fue
publicado, cuya muestra la posee el coleccionista Ángel Olivieri. El tema es la
marcha Adelante, con letra de José Barros y música de Emilio Iribarne:
El bandoneonista Antonio Scatasso, con letra de
Alberto Vaccarezza, escribió en 1928 Viva la Patria , tema que se cantaba en la obra El
sargento Peñaloza, estrenada en el teatro Smart, el tema fue grabado por Ignacio Corsini.
Dos años después, coincidente con la revolución de
setiembre de 1930, Anselmo Aieta y Francisco García Jiménez compusieron otro Viva la Patria , tal vez la
mejor muestra literaria referente al género; llevada al disco por Gardel.