Francisco
Juan Lomuto nació en Buenos Aires el 24 de noviembre de 1893 y murió en
Tortuguitas (provincia de Buenos Aires) el 23 de diciembre de 1950.
Nació
y se crió en una familia de músicos. Su padre, Víctor Lomuto. fue violinista;
un hermano, Víctor, bandoneonista; Enrique, pianista: Héctor, jazzman; Pascual
Tomás, que firmaba Oscar, periodista y. también, autor de la letra de Nanea más
(1923). Su madre le enseñó a tañer el piano y en el Conservatorio Santa Cecilia
aprendió la música necesaria para componer, a los 19 años, su primer tango, El
606 (el mismo nombre, que correspondía a un específico medicinal, lleva otro
tango contemporáneo, firmado por R. Sales de Araujo De joven se entreveró en el
ambiente y pudo así lograr que en 1922 María Luisa Notar le cantara en el
teatro "San Martín" su tango Muñequita, que lleva preciosos versos de
Adolfo Carlos Herschell: lo grabó Gardel, al igual que, luego, otros versos no
menos hermosos de Herschell, los del estilo Pobre gallo bataraz.
Pronto
formó Lomuto un dúo de pianos con Héctor guasada, el autor de Indio manso, y
luego integró la orquesta que animaba los bailes del barco Cap Polonio, por la
que pasarían también Pedro Main a y Manuel Pizarro. Enseguida organizó su
primera orquesta, con la que comenzó a grabar en el año 1923 para el disco
Nacional. Sus grabaciones iniciales fueron las de los tangos Mal paso, de Pedro
Polito, y Tierra del Fuego, que había compuesto en el barco. Allí comenzó una
carrera muy larga y fecunda, de extendida repercusión popular. Con un perfil
muy propio y bien definido, Lomuto se enroló en una corriente mucho más próxima
a la de Francisco Canaro (su gran amigo) que a la de Fresedo y De Caro, que son
los otros dos mayores referentes de aquella época en que el tango -gracias,
sobre todo, a la radiofonía- señoreó sobre el sentimiento popular.
En
las diversas etapas de su carrera, don Pancho Lomuto contó con músicos tan
valiosos como Oscar Napolitano, Martín Darré -que fue su arreglador y también
el de la jazz de Héctor y, aun, de la famosa orquesta vienesa de Dajos Bela-,
Federico Scorticati, Lalo Schifrin y Juan Carlos Howard. Tuvo como
estribillista en sus grabaciones para Nacional a Charlo -lo compartía con
Canaro- y, luego, al incorporarse a la grabadora Víctor, en 1931, a Fernando Díaz
y, en 1935, a Jorge Ornar, experimentado el primero, novicio el segundo y los
dos excelentes. Puesto que hizo todo lo que solía hacerse apareció en filmes
como Melgarejo (1937) y La rubia del camino (1938); no desdeñó la comedia
musical (La vuelta de Miss París, de 1932) y llevó su tango a España (1947) y
al Brasil (1949), seguido siempre por el éxito. Lomuto compuso tangos muy
simples y gratos, cuyos versos escribió y firmó con el seudónimo Pancho Laguna,
tales como, Dímelo al oído, de 1934, que Tito Schipa grabó enseguida, y
Churrasca, que el mismo año le arrebató nada menos que a Él pescante el primer
premio del concurso abierto por Francisco Canaro. En 1929 ya había compuesto
Cachadora y en 1933 lanzó Si soy así, que Gardel no desaprovechó.
Martín
Darré, uno de los hombres más lúcidos del ambiente, que durante dos décadas
trabajó junto al maestro, dejó escrito en los anales de la Academia Porteña del
Lunfardo: "Lomuto fue una figura singular y pareciera que el destino se
hubiese propuesto coronar aquella singularidad a su muerte con un dato más:
cuando aquel hombre corpulento, afable, sonriente, querido, respetado, mimado
por el éxito, pasa a ser, al momento de abandonar la vida, sin transición
alguna, uno de los personajes más olvidados aun dentro del mundo al que
perteneció". Darré dijo esto en 1983, Hoy, la orquesta de Lomuto, otrora
condenada al place por la presencia avasalladora de Canaro y Fresedo, está
siendo valorada en su justa medida por los estudiosos y los aficionados.