Quienes trabajamos durante tantos años en ese medio hoy casi desaparecido no podemos dejar de recordar con nostalgia aquellos años de gloria de nuestra radiofonía. Por ello el recuerdo de programas que fueron éxito durante tantos años.
Tango, Radio y más Historias evoca hoy a Nini Marshall
Recordando
a Nini Marshall, Una humorista inigualable.
Una mujer
orquesta que se destacó en radio, televisión, cine, teatro e incluso el
periodismo. El perfil que rescata Sitio al margen de la entrañable Catita...
Por Pablo
Rodriguez Leirado - Colaboración Lorena Oliva
La mítica
reunión en torno a la radio era el ritual cotidiano de la mayoría de los
porteños, sin distinción de clase o edad, en las décadas del 30 y del 40. En
una gran cantidad de veces era para escuchar a una mujer que poseía un humor
sencillo, simple pero no por eso menos
efectivo. Una demostración de su talento
fue su éxito en el cine, porque no tenía una belleza deslumbrante y tampoco una
voz privilegiada que le permitiera destacarse como cantante, sin embargo a
pesar de no poseer ninguna de estas dos características, consideradas claves en
esa época para convertirse en una gran estrella cinematográfica, igual
consiguió volverse enormemente famosa.Nini con Enrique Serrano |
Ella sola
concebió sus innumerables y populares personajes, además de haber sido la
autora de sus propios libretos. Además tuvo que enfrentarse a la censura de los
gobiernos autoritarios de ese tiempo, ya fuesen elegidos de forma fraudulenta o
legítima.
Es que sus
caracterizaciones mostraban una imagen de Argentina que nada tenía que ver con
la que circulaba por las mentes de los dirigentes, sino aquella que los
auténticos artístas saben plasmar y que son verdaderos documentos de identidad
de un pueblo, el de carne y hueso, con defectos y virtudes.
Su legado
a los humoristas actuales se hace evidente en numerosos casos, como en las
mujeres desbocadas de Antonio Gasalla, los tilingos de Carlos Perciavalle, las
imitaciones de Juana Molina o Ana Acosta y las caracterizaciones de Cecilia
Rosetto y Gabriela Acher, por citar a algunos.
Ella se
transformó en un fenómeno de masas que tuvo su inicio en la radio y prosiguió
en el teatro, el cine y en una etapa crepuscular en la televisión, hasta que el
18 de marzo de 1996, a
los 92 años se apagó la vida de Marina Esther Traverso, a quien todos
recordamos con el nombre de NINÍ MARSHALL.
Un duro
comienzo.
La
creadora de Catita, Cándida, Doña Pola, y otros personajes tan entrañables como
estos, casi nació con el siglo, el 1 de Junio de 1903 en el barrio de
Caballito. La llamaban cariñosamente Niní.
Hija de
Pedro Traverso –que falleció cuando ella tenía apenas dos meses- y María Angela
Pérez fue educada en un ambiente que favorecía la creatividad artística, a tal
punto que su madre quería que estudiara Filosofía y Letras, cosa poco común
para las chicas de esa época. Seguramente tanto estímulo rindió sus frutos más
tarde.
Casada con un ingeniero, llamado Felipe
Edelman, apenas terminado el colegio secundario y a dos meses de dar a luz a su
hija Ángeles, falleció su madre. Por ese mismo tiempo su marido, que era un
jugador compulsivo, perdió todo el dinero y los valores. Su decisión fue
terminante: separarse. "Mi catástrofe sentimental y económica" la
llamó en sus memorias. Sin embargo semejante tragedia no logró inmovilizarla,
sino que desplegó una singular actividad. Se convirtió en crítica de
espectáculos, y empezó a firmar con el seudónimo Mitzi algunas notas de
chimentos en una columna denominada "Alfilerazos" para
"Sintonía", la mayor revista de espectáculos de los años ´30.
No
obstante fue en el programa radial "La Voz del Aire", en 1934, que empezó a
trabajar seriamente su talento, como la "cancionista internacional"
Ivonne D'Arcy -que todo lo imitaba y que todo lo cantaba-. Este personaje, con
un rótulo cursi, le permitió modelar el oficio de la genial imitadora y
descubrir los recursos que le ofrecía la radio.
Aunque el
éxito de sus otros personajes y el cine hicieron olvidar a Ivonne, pero sobre
todo porque había decidido cambiarse el nombre por uno "más pegador".
Para ello recurrió al apodo de su infancia: el cariñoso Niní (de Marinita,
Ninita), que lo complementó con el apellido Marsal, proveniente de las tres
primeras letras de su nombre (Marina) y del apellido su segundo marido, Marcelo
Salcedo. Tal vez por cosas del destino, o por que la prensa no lo consideró lo
suficientemente glamoroso, lo modificó transformándolo en Marshall.
En esta
etapa de su carrera ya compartía cartel con figuras consagradas como Marcos
Kaplan, Pepe Iglesias, Tito Lusiardo y Juan Carlos Thorry.
En 1938,
Manuel Romero, un famoso director cinematográfico, entendió que aquella señora
que se iba haciendo popular por la radio, podía tener futuro en el cine. De
este modo fue como se eligió a "Catita" para encarnar a una de las
"Mujeres que trabajan", su debut cinematográfico que resultó un gran
éxito de taquilla.
Cuentan
sus memorias, aparecidas en 1985, que la fuente de inspiración para la
composición de Catita fueron las chicas que se juntaban en la puerta de la
radio a la espera de Juan Carlos Thorry, por entonces su compañero en ese
medio. "Eran muchachas chismosas, encantadoras y meteretas. Decían 'voy de
Fulana', vestían de mal gusto y en forma extravagante", con estola de
zorro y sombrero. El nacimiento de Catita fue algo casual y anecdótico, resultó
de una broma más a su compañero de trabajo. Una vez, Niní se presentó delante
de Juan Carlos Thorry y le dijo: "¿No me daría un utógrafo, diga? Yo que
tanto lo amiro. ¡Ande ...sea bueno, déale!" . Y es que Catita deja su
ignorancia de manifiesto cuando pregunta: "¿lo qué?" y tiene actitud
de 'sabelotodo'. Sin embargo, es una mujer solidaria, "no es mala"
dijo Niní, "es criticona, y al criticar dice maldades"
Para
elaborar a Catita recurrió a las fuentes, por eso se paseaba en colectivo, iba
de compras a los mercados especialmente para encontrarse a una de esas chicas,
que luego las seguía incluso hasta la casa.
Niní
definió a su personaje como "la expresión cabal del quiero y no
puedo". Pero aquí no todo el mundo está de acuerdo con la definición que
dio Niní de su creación. Para el escritor y filósofo Abel Posadas "el
quiero y no puedo" se contradice, "en realidad es quiero, puedo, hago
lo que se me antoja y no le tengo miedo al ridículo".
Emilio
Córdoba, dueño de la tienda "La piedad" le propuso auspiciar, en la
radio, algún personaje nuevo. Ella y Thorry le presentaron a Catita. Al
escucharla, Córdoba se divirtió mucho, pero se negó a dar el auspicio. "Si
nosotros promocionamos a Catita, pierdo a mis clientes. ¡Son todas iguales a
ella!". Finalmente su debut radial fue el 21 de mayo de 1937.
En el año
1939 los Establecimientos Filmadores Argentinos contrataron a Cándida, un
personaje que tuvo un nacimiento muy particular. A través de ella, Niní
inmortalizó el espíritu de Francisca Pérez, la mucama de su casa; y fue con
ella que ingresó al mundo del espectáculo. La imitaba de niña, de adolescente,
de joven. En su casa, con sus amigos, con sus compañeros de redacción o con los
primeros colegas de la radio...y después ante el micrófono. Aunque ya entonces,
más que una imitación, era una caricatura.
Debuta en
un programa de radio de una porteña de alta sociedad llamada Josefina Cano
Raverot, conocida como Pipita y que conducía el programa "El chalet de
Pipita". En cierta vez, escuchó a Niní imitando a su querida y recordada
mucama Francisca y le pidió que repitiera el personaje en su programa, como
propaganda para la venta de diferentes productos.
Cándida
representa a los inmigrantes gallegos honrados y tenaces, trabajadores, fieles,
incapaces de la bajeza pero muy apegados a lo utilitario. Ellos emocionan
fácilmente cuando les viene "la morriña", o sea la nostalgia por su
tierra, Galicia.
Para Abel
Posadas "Niní entrega con Cándida - un nombre nada casual - un homenaje
filoso hacia la inmigración que, contestataria sin saberlo, nada tiene que ver
con las cabezas rubias soñadas por Alberdi y Sarmiento..."
Una
censura muy particular
Hizo un
total de 37 películas, entre ellas se destacaron especialmente, la ya nombrada
"Mujeres que trabajan", "Divorcio en Montevideo",
"Casamiento en Buenos Aires", "Luna de miel en Río",
"Cándida", "Hay que educar a Niní", entre otras, en donde
ella era la autora de la mayoría de sus diálogos.
Su talento
para reproducir los rasgos del habla de diferentes sectores sociales o
colectividades fue un aporte no sólo para el humor, sino también para la
investigación filológica.
Pero estos
valores fueron juzgados como "una deformación del idioma" que ponía
en riesgo la pureza de la lengua "para el pueblo que no tiene capacidad de
discernir", según enunciaron los funcionarios -de mentes muy estrechas-
del golpe de Estado del 4 de junio de 1943. La misma consideración se tuvo con
muchas letras de tangos por la utilización del lunfardo y modos del habla de la
sociedad argentina. Todo aquello a pesar de que un interlocutor siempre
ejerciera una suerte de ultracorrección en cada aparición de Catita, que dada
la situación que estaba viviendo un día debió despedirse de la audiencia con un
"hasta mañana, si nos dejan..."
Ya en
1950, Niní debió alejarse del país acusada de enemistad política. El gobierno
de Juan Domingo Perón, si bien no la había prohibido expresamente, dio orden de
rescindir sus contratos cinematográficos, medida que a los efectos prácticos
funcionó como una censura. Curiosa paradoja para un gobierno mayoritario que
mediante artilugios prohibía a una artísta muy popular. Como dijo una vez un
crítico "prefirió el autoexilio a reinar censurada", entonces se
dirigió rumbo a México, en donde siguió trabajando en radio y en cine,
deslumbrando no sólo al público mexicano, sino también al cubano, al español y
al de los barrios latinos de Nueva York. En esa época se divorció de un marido
que no pudo dejar sus propios asuntos de Buenos Aires. En 1952 se casa por
tercera vez con Carmelo Santiago.
Un regreso
con gloria
Permaneció
en México hasta 1955, año en que regresa e inmediatamente vuelve a ubicarse
entre las grandes figuras, aunque su carrera, no deslumbró como antes. En esta
época se destaca en teatro el gran éxito que significó "Coqueluche",
con Thelma Biral.
En 1973
debutó en la temporada marplatense –de la mano de Lino Patalano- con "...Y
se nos fue redepente", un espectáculo de café concert que ha sido
considerado como uno de los máximos exponentes del humor negro en la Argentina. En él,
alternaban en escena todas sus creaciones con motivo del funeral de Don
Pascual, el zapatero del barrio. Llegó a las 800 representaciones, un programa
especial en Canal 13, junto a Carlos Perciavalle (se puede ver un fragmento en
Internet, en el site de la WebTV:
www.webtv.com.ar) y un disco en la compañía CBS.
"Una
noche en la radio" junto a Juan Carlos Thorry, la estreno en 1977 en el
Teatro San Martín. Se trataba de una nostálgica evocación de una audición
radial de los años 40 en donde se presentaban sus históricos personajes. Luego
de ser la figura estelar de varios programas televisivos y de una despedida
escénica en 1981 con una obra que tenía el melancólico título de "¿Quién
apagó la luz?", acompañada por Jorge Luz, en 1983 decidió retirarse. Dos
años más tarde, recopiló sus recuerdos y experiencias en un libro: "Mis
memorias". Sólo en el '88 apareció fugazmente en televisión para el ciclo
de Antonio Gasalla.
A partir
de ese entonces se sucedieron numerosos homenajes, como cuando fue nombrada
Ciudadana Ilustre, en 1989, por el gobierno del Partido Justicialista de la Municipalidad de
Buenos Aires, como una actitud que apuntaba al desagravio por la censura
ejercida cuatro décadas atrás. El reconocimiento de sus pares llegó en 1992 con
el Premio Podestá, otorgado por la Asociación Argentina
de Actores, y en ese mismo año su productor Lino Patalano, la actriz Marilú
Marini y el director Alfredo Rodríguez Arias eligieron sus textos para montar
en París una obra llamada "Mortadela", que se estrenó en Buenos Aires
al año siguiente. El mismo equipo creó el espectáculo "Nini", en
1995, que fue presentado en París y Buenos Aires.
El último
gran homenaje se realizó, con el auspicio oficial del gobierno de la ciudad de
Buenos Aires, hace poco tiempo, el 25 de junio de 1997, con motivo de la
presentación de un libro dedicado a la actriz y sus personajes "Niní
Marshall, la máscara prodigiosa", realizado por Susana Degoy, su sobrina
nieta. Su presentación fue una ceremonia presidida por el titular del gobierno
de la ciudad, Fernando De la Rúa,
la autora de la obra, Ángeles -la hija de Niní Marshall-, el actor Carlos
Gamallo –su nieto-, y numerosos artístas y personalidades de la cultura y la
política.
Una
creadora única
Hugo del
Carril, Niní Marshall, Luis Sandrini, Libertad Lamarque y Tita Merello han
conformado -para varias generaciones de argentinos- el epicentro del imaginario
popular. De todos ellos, los más originales fueron Hugo del Carril y Niní, ya
que los otros siempre representaban al mismo
personaje. Pero sin duda la más
genial y prolífica fue Niní Marshall.
Para los
psicólogos, Niní parece presentarse como un caso evidente de doble
personalidad; para los astrólogos, tiene los rasgos típicos de los geminianos;
para los sociólogos, es el resultado de la aguda observación de las
características de sus semejantes en distintos estratos sociales; y para los
filólogos, sus personajes representan un objeto de estudio del habla de los
argentinos, tal es así que del Instituto de Filología de la Facultad Humanidades
y Ciencias de la Educación
de la Universidad
de la Plata se
grabaron, en una audición especialmente preparada por Niní Marshall, cuatro de
sus personajes. El Instituto de Filología dejo de existir hace ya unos años y
lamentablemente se desconoce el destino de esos registros.
"-¿Cómo
aprendí a hablar como los inmigrantes?" -contaba Niní- "Bastaba con
pasar un ratito en la ventana de casa". Porque entre 1910 y 1920 Buenos
Aires era una Babel de dialectos mezclados con la lengua de la ciudad. El
sainete porteño es fiel testigo de aquel momento y la garganta de Niní fue su
difusora.
Su fama se
cimentó en el medio radial, a la que el cine de Bayón, Herrera y Amadori le dio
imagen y aumento de popularidad, sin opacar el tremendo éxito de la radio.
El país
entero cayó bajo la mímesis de Niní, todo se paralizaba para escuchar su
programa. Es que en aquel tiempo, la programación radial tenía una mayor
repercusión y relevancia que la de hoy en día. El filósofo Abel Posadas explicó
que "para toda esa gente sin libertad y sin trabajo o con empleos
pésimamente remunerados, la radio ofició de puente entre la esperanza y la
ilusión".
En este
marco, el sociólogo Julio Mafud analizó la relevancia de la artista y su obra:
"Niní aparece en un período de reacomodamiento de los distintos niveles
sociales, que sería en general transitorio, y por el cual todo el mundo quería
imitar a la clase inmediatamente superior, exagerándola y cayendo en lo que se
conoce como pautas de "cocoliche", el inmigrante que imitaba
exageradamente al criollo, y que por el proceso inverso era descubierto.
Ella ante
un gran auditorio es la comunicadora entre la caricatura y el elemento cómico.
Representaba un personaje por estrato social."
Los demás
personajes.
Vistos
retrospectivamente, sus personajes hablan de la Argentina que ya no es,
de los inmigrantes de principios de siglo, de los provincianos deslumbrados por
la capital, de las familia oligárquicas o de nuevos ricos pretendiendo
parecérseles. Exagera sus defectos, sus virtudes y sus características
Todos sus
personajes fueron muy populares. Pero, sin duda alguna, los dos más celebrados
y mas recordados son Catita y Cándida, los demás nunca gozaron de la
popularidad de estas dos geniales creaciones, a pesar de la maestría de su
composición.
Entre
ellos se destacaron:
• Doña Pola.
Una
simpática anciana judía. Es la dueña de la tienda "Los 3 hemisferios"
y que aprovecha cualquier ocasión para hacerle publicidad.
• Mónica Bedoya Hueyo Picos Pardos de
Unzué Crostón.
Insoportable
mujer llena de modismos y costumbres aristocratizantes. Atrapada por la
sociedad de consumo rechaza todo lo común. Con la "bienuda" de Barrio
Norte incorpora nuevos códigos al habla argentina como "podéme" o
"tarúpido" (mezcla de tarado y estúpido) y destrucción de fonemas
como por ejemplo "depre" y "porsu". Es la tilinguería de
las mujeres de la clase alta o las que aspiran a serlo.
• Belarmina Cueio.
Chica
provinciana, empleada doméstica de la Niña Jovita. Algo mentirosa, torpe y a menudo
reprendida por su patrona, que en ocasiones la castiga físicamente. Las
obligaciones de casa y cuidar al loro son su ocupación. De ella nos dice Niní
"surgió en mi mente en los años en que estuve viviendo en el
interior".
• La niña Jovita y su loro Romeo.
Mantiene
siempre su deseo de "casosiarse" con un caballero que enamore su
corazón ingenuo de dama antigua. Niní la sacó de la observación de las amigas
solteronas de su tía.
• Gladys Minerva Pedantoni.
Es la
alumna más estudiosa la clase. Desenfadada, vanidosa que obsequia regalos a sus
maestras y es el blanco de las bromas de sus compañeros.
• Doña Caterina Gambastorta de Langanuzzo.
Abuela de
Catita de 90 años, y a pesar de estar hace mucho en la Argentina conserva su
acento italiano.
• Don Cosme.
Un italiano
de voz ronca, al que abandonó pronto por consejo de su fonoaudiólogo.
• Lupe.
Es una
joven mexicana sufrida y enamorada de su esposo Margarito, borracho y haragán.
• La Bella Loli.
Actriz de
varieté pasada de moda.
• Giovannina Regadiera.
Recreación
de una soprano italiana.
• Fruelain Frida.
Una
alemana dueña de un largísimo perro salchicha.
• Mingo.
El chico
travieso del barrio. Es el hermano de Catita.
Nómina de las presentaciones de Nini por L.R.1 Radio El Mundo junto a Juan Carlos Thorry.
01 Candida - Terreno en el Congreso
02 Catita - Mis Fogarata 1964
03 Monica Boite La Herreria
04 Jovita Boda Maria de Las Virtudes
04A Candida - Colon era gallego
05 Belarmina desfile militar
06 Doña Pola - La casamentera
07 Candida - Preguntas y respuestas
08 Niña Jovita - Carnaval de Otros Tiempos
09 Catita Visita al museo
10 Gladys - Pedido a los Reyes
11 Frida - La Alemana y su perro salchicha
12 Niña Jovita - Lenguaje del abanico
13 Catita - Homenaje especial día de la madre- La Madre
14 El Mingo y la Mar
15 Candida en el velorio
16 Catita Doña Asunta va al Doctor
17 Belarmina Bañando al gato
18 Candida Instituto de Belleza
19 Candida La inflacion
20 Catita Maria Antonieta y Luis XV
21 Catita Viaje a Mexico
22 Catita Concierto andante con moto
23 Belarmina con el Mingo
24 Gladys Minerva Pedantoni
25 Candida en el remate
26 Monica Colecta para la tarupidez
02 Catita - Mis Fogarata 1964
03 Monica Boite La Herreria
04 Jovita Boda Maria de Las Virtudes
04A Candida - Colon era gallego
05 Belarmina desfile militar
06 Doña Pola - La casamentera
07 Candida - Preguntas y respuestas
08 Niña Jovita - Carnaval de Otros Tiempos
09 Catita Visita al museo
10 Gladys - Pedido a los Reyes
11 Frida - La Alemana y su perro salchicha
12 Niña Jovita - Lenguaje del abanico
13 Catita - Homenaje especial día de la madre- La Madre
14 El Mingo y la Mar
15 Candida en el velorio
16 Catita Doña Asunta va al Doctor
17 Belarmina Bañando al gato
18 Candida Instituto de Belleza
19 Candida La inflacion
20 Catita Maria Antonieta y Luis XV
21 Catita Viaje a Mexico
22 Catita Concierto andante con moto
23 Belarmina con el Mingo
24 Gladys Minerva Pedantoni
25 Candida en el remate
26 Monica Colecta para la tarupidez
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