(17 de noviembre de 1902 – 15 de enero de 1970) – Apodos: La Ñata Gaucha y Azabache – Cancionista, autora y compositora.
Surgió a comienzos de la década de 1920, iniciando así la participación definitiva de la mujer en el tango, esta labor corrió paralela a la de Rosita Quiroga, pese a que cada una tenía un estilo diferente.
Se presentaba para esos años vestida con traje de gaucho, contrastando esta imagen con la realidad de aquellos años.
Fue Enrique Delfino quien la descubrió al oírla cantar en una fiesta, y al día siguiente se la presenta al propietario del teatro El Nacional.
Allí comienza su carrera profesional debutando en una obra de Alberto Vacarezza y cantando el tango “Padre Nuestro”, logra así la aceptación del público continuando mas tarde en actuaciones de radio y grabaciones de discos, siendo esto ya su consagración definitiva.
En 1929 viaja junto al violinista Roberto Zerrillo quines realizan giras por el interior del país y giras por España y Portugal.
A su regreso ya había otras cancionistas afamadas como Mercedes Simone, Ada Falcón, Libertad Lamarque y Tita Merello, pero sola y con esfuerzo logra imponerse otra vez ante el público.
Participó en la película “Tango” , y allí canta “La canción de Buenos Aires”, “Milonga del novecientos” y acompañada por Juan de Dios Filiberto, “Botines viejos”.
En 1938 realiza una gira por Estados Unidos y participa de la película hispano parlante “Di que me querés”.
Corrían los primeros años de los años cuarenta cuando comienza su decadencia, su presencia comienza a debilitarse, pero pese a realizar algunas grabaciones, actuaciones y alguna gira lamentablemente el público ya no demostraba interés por ella.
En 1966 sufre una hemiplejia y fallece casi olvidada el 15 de enero de 1970.
Como compositora dejó las siguientes obras musicales: El vals, “Pensando en ti”, con versos de Celedonio Flores, el tango “Pero yo se”, “La canción de Buenos Aires”, realizado en colaboración con Orestes Cufaro y Manuel Romero. Y una ranchera muy famosa por aquellos años titulada “Deci que si”, que hiciera con Cufaro y Pidemunt.
Realizó más de 270 grabaciones, entre 1923 y 1926 fue acompañada por Francisco Canaro y luego siempre en el sello Odeón por en pianista Enrique Delfino y el guitarrista Manuel Parada, participando en algunas ocasiones el violinista Antonio Rodio.
Sin duda Azucena Maizani fue pionera y una de las más grandes vocalistas del género, su tragedia se refleja, no sólo en su vida y su obra, sino también en el la miseria final de sus últimos días.
La cinematografía argentina contó con su participación en las siguientes películas:
La casa del placer (1929) - Tango (1933) - Monte criollo (1935) - Nativa (1939) - Buenos Aires canta (1947)
Azucena Maizani y Domingo Sapelli en Nativa de 1939
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